Reiki Usui

simbolo-reiki

 

Al decir Reiki se debe tomar este concepto como:

 

Energía Universal:

maravillosa energía invisible de frecuencias cuánticas, que une e interrelaciona a todos los cuerpos del cosmos. Es ese infinito mar en el que nos encontramos inmersos y de allí tomamos la energía que nos permite vivir y experimentar

Un gran camino:

marcando una línea a seguir, una nueva oportunidad de encarar la vida, en todo sentido, reestructurando nuestras escalas de valores, donde podrás comprobar a cada instante en forma sencilla y espontánea que esto se lleva a cabo con la simple aplicación diaria en tu vida de los cinco principios del Dr. Usui.

Una técnica: nos da una técnica para canalizar la Energía Vital Universal de manera simple, natural y espontánea, para poder practicar sin limitaciones este hermoso y milenario arte médico.

¿Qué es el Reiki?

El Reiki es una palabra japonesa que significa Energía Vital Universal; esa palabra se está utilizando para identificar el Sistema Usui de Curación Natural (Usui Shiki Ryoho), nombre dado en homenaje a su descubridor Mikao Usui.

REI: significa universal y se refiere a la parte espiritual, a la esencia energética cósmica, que inter penetra todas las cosas y todos los lugares.

KI: es la energía vital individual que rodea nuestros cuerpos, manteniéndolos vivos, y está presente, fluyendo en todos los organismos vivos, cuando la energía KI sale de un cuerpo este deja de tener vida.

Es un proceso de encuentro de esas dos energías: la Energía Universal con nuestra porción física, y ocurre después que la persona es sometida a un proceso de iniciación en el método, hecho por un maestro capacitado.

El Reiki es semejante a las ondas de radio, y puede ser aplicado con eficacia, tanto localmente como a distancia, no es como la electricidad, no produce cortocircuitos, no destruye nervios, ni tejidos frágiles.

Es una energía inofensiva, sin efectos secundarios, sin contraindicaciones, compatible con cualquier tipo de terapia o tratamiento.

Es práctica, segura, eficiente y por medio de la técnica se equilibran los sietes chakras o centros de energía.

Cuando hacemos uso de la energía, estamos aplicando energía-luz, tratando de recuperar y mantener la salud física, la mental, la emocional y la espiritual; es un método natural de equilibrar, restaurar, perfeccionar y curar los cuerpos, creándole un estado de armonía al ser.

Grandes hombres como Jesús, Buda, Moisés, Pitágoras, Heráclito y muchos otros utilizaron este conocimiento vedado a las masas, que hoy gracias a Dios está al alcance de nuestras manos.

Funcionamiento del Reiki.

La cultura occidental está basada en una concepción Newtoniana-Cartesiana, que apuesta por el estudio de las partes para llegar a un todo. Esta concepción se encuentra hoy muy cuestionada; la propia física cuántica, a través de las investigaciones sobre el átomo y la energía nuclear, demuestra que, en el nivel más ínfimo, la materia es al mismo tiempo energía. El mundo material está dividido en partículas cada vez pequeñas y al final lo que encontramos son ondas de energía que le dan vida a los átomos, que son los cuantos. La energía procede de la materia, así como las emociones y los pensamientos preceden la acción.

Con la formula de Albert Einstein (E= mc2), quedo probado que materia y energía son intercambiables.

Desde los tiempos de la medicina china, tibetana, india e incluso alquimista medieval, ya existían técnicas que nos demuestran que la materia, efectivamente se transforma y puede ser moldeada con la intervención de una energía mayor.

La energía de Reiki nutre nuestros cuerpos, órganos, células y regula las funciones vitales, cuando se interrumpe la circulación de esa energía ocurre la disfunción en los órganos y tejidos de nuestro cuerpo.

Por excesos físicos, emocionales y mentales, liberamos energías y esas liberaciones generan nudos energéticos que interrumpen el flujo de energía vital, lo que trae como consecuencia el incorrecto funcionamiento de órganos y glándulas; las manos del terapeuta emiten vibraciones que desatan esos nudos perjudiciales.

De este modo, llegamos a intervenir efectivamente en la materia, en otros campos de energía y en la conciencia, lo que conduce a un estado natural de bienestar, plenitud, armonía y equilibrio.

En una sesión de Reiki la cantidad de energía recibida por el paciente está determinada por la apertura a recibir, del propio paciente.

La energía de Reiki es inteligente y tiene, por sí sola la capacidad de dirigirse al lugar dañado y necesitado, instantáneamente disolviendo bloqueos mentales y emocionales, para así liberar la salud del paciente.

Cuando el terapeuta esta canalizando Reiki, también está siendo armonizado al mismo tiempo. Recibiendo los beneficios del tratamiento mientras le está aplicando al receptor. Cuanto más practiques Reiki mayor será los beneficios, ya que el grado de armonización será mayor y cuanto mayor armonización, mayor salud.

El terapeuta es como una gran manguera que cuando abre la llave de paso para canalizar energía, siempre al terminar de canalizar y cerrar la llave de paso, siempre queda agua en la manguera, ese es el premio del universo para el terapeuta por dar, nunca dejar de recordar que, todo es una ley de causa y efecto, cuanto más das mas recibes, por esa razón brindarse con todo el amor a la terapia y recibirás mucho amor como recompensa.

 

Diez características del Reiki.

  1. No es necesario un entrenamiento o capacitación especial. Toda persona que sea Iniciada o que recibe su Sintonización puede recibir energía de Reiki y a su vez trasmitirla a otra persona.
  2. No se pierde la capacidad de ser “canal de energía” aunque se deje de practicar por mucho tiempo, la capacidad de canaliza es para toda la vida.
  3. El Reiki es independiente a la mente de quien lo trasmite. No hace falta concentrarse ni meditar mientras se trasmite Energía.
  4. La energía fluye libremente hacia el paciente que está recibiendo, siendo la apertura de este que determina con su apertura la cantidad de Energía que necesita absorber.
  5. El terapeuta recibe en su alineación una protección especial, por la cual no es afectado por la Energía negativa de la persona a la que se está tratando.
  6. El terapeuta no da nunca su propia Energía, si no que es un canal de la energía Reiki.
  7. La terapia de Reiki no tiene contraindicaciones y se adapta a otras técnicas de sanación (acupuntura, digito puntura, masajes, reflexología, etc.). Acompaña y favorece los tratamientos de medicina tradicional y sus resultados maravillosos ya son reconocidos por la OMS.
  8. Independientemente de la creencia o no del paciente la Energía necesaria fluye, (la fe no es necesaria y la cura no se produce por sugestión del paciente).
  9. La Energía de Reiki es aplicable a todo, personas, animales, plantas, artefactos, ambientes, lugares, alimentos, medicaciones, etc.
  10. Todos pueden aprender esta técnica, sin ningún impedimento, (edad, creencias religiosas, profesión, etc.). Reiki no exige venerar a nadie.

 

Antecedentes de Reiki y su Redescubrimiento

Cuando sentimos dolores, lo primero que hacemos es colocar intuitivamente las manos sobre la zona que nos está doliendo, ósea que el arte de colocar las manos sobre un cuerpo humano o animal, para reconfortar o disminuir dolores, es un antiguo instinto humano. El toque humano distribuye calor, serenidad y curación. Esa fuerza (Energía Vital) ha recibido distintos nombres en cada cultura:

  • Los Polinesios la llaman “Mana”
  • Los Indios Iroqueses americanos de “Orenda”
  • En la India se la conoce como “Prana”
  • En Hebreo es “Ruach”
  • En los países Islámicos “Baraca”
  • En China como “Chi”
  • En Japón se la conoce como “Ki”
  • Para los Rusos es energía “Bioplasmica”

En el Tíbet existen registros de técnicas de curación por medio de las manos hace más de ocho mil años. Esas técnicas se expandieron por Grecia, India y otros países, a pesar que la técnica permaneció perdida durante los últimos dos mil años. Existen hechos que indican que Jesús aplicaba la técnica con mucho éxito y también les decía a sus apóstoles “curad a los enfermos”. Hasta hoy en día algunos sacerdotes católicos conservan técnicas de imposición de manos.

 

Mikao Usui: el redescubridor y fundador del método.

Mikao Usui

 

 

El primer nombre del Maestro era Mikao y su sobrenombre era “Gyohan”. Era de Taniai-Mura, Yamagatagun, Gifu-ken. El Maestro nació el 15 de agosto del primer año de la era de Keio (1865). Era sacerdote católico además de ser sacerdote cristiano, impartía lecciones y era rector de una pequeña universidad cristiana en Kioto (Japón), la Doshisha University.

Usui escuchaba y leía muchas historias sobre Jesús, que en el pasado mediante la imposición de manos y siguiendo una técnica especifica, realizaba curaciones, milagros, y ayudaba a otras personas en sus habilidades metafísicas; curioso, observaba que una gran parte de las personas eran infelices e improductivas, asolados por estados depresivos y enfermizos; situaciones que lo introdujeron ardientemente a conocer también las habilidades curativas.

Cierto día, durante una discusión con un grupo de seminaristas que concluían su formación, le preguntaron la doctor Usui si creía literalmente en la Biblia y al responder este que si, sus estudiantes le hicieron recordar las curaciones que había realizado Cristo y lo que él decía “Harás como yo he hecho, y también las cosas grandes” y si esto era realmente así, porque no existían en el mundo otros sanadores que hicieran lo mismo que Cristo.

Pues él había pedido a sus apóstoles que curasen a los enfermos y resucitaran a los muertos, y que si esto era verdad pues que les enseñara los métodos. Mikao Usui al no tener respuestas a estas dudas planteadas por sus alumnos permaneció callado, pues de acuerdo a la tradición Japonesa, había sido ultrajado en su honra como profesor y rector, en virtud de no haber podido responder a las preguntas de sus discípulos, por lo que en ese mismo día renuncio a sus funciones y se dedico con todas sus fuerzas a buscarlas respuestas a ese gran misterio.

En 1898, viajo a Estados Unidos donde estudio y se doctoro en teología. Estudio lenguas antiguas, para poder leer las antiguas escrituras, inclusive el chino y el sanscrito, la lengua más antigua de la India. Tras ese largo periodo de estudios, al no haber encontrado las respuestas, decidió que debía continuar sus investigaciones en otro lugar.

En aquel momento, tropezó con el hecho de que Gautama Buda que vivió desde el año 620 al 543 antes de Cristo también era conocido por sus curaciones a ciegos y de enfermedades tales como lepra, tuberculosis, por lo que decide regresar a Japon para investigar más sobre curaciones realizadas por Buda. El principal centro Budista se halla en Nara, no obstante en Kyoto había más de 880 templos y monasterios e incluso un templo Zen que poseía la mayor biblioteca budista del Japon, donde podría investigar las escrituras de los Sutras, referentes a las curaciones de Buda.

Después de numerosas tentativas llego a un templo Zen y por primera vez fue alentado por un viejo monje que estuvo de acuerdo con el de que se podía sanar el cuerpo; como ya lo había hecho Buda y debería existir la posibilidad de descubrir la formula de la curación del cuerpo, pero le advirtió que durante muchos siglos toda la concentración se había puesto en la curación del espíritu.

Como dominaba el sanscrito, viajo a la India a estudiar a los Sutras en el Tíbet y en uno de los manuscritos de un discípulo anónimo de Buda encontró los cuatros símbolos sagrados de la fórmula utilizada por Buda para curar. Lo que tenía que saber ahora era como activar esa fórmula para que le otorgara la habilidad de curar

Es así que en 1908, en el Japón, Mikao decidió iniciar un periodo de ayuno y meditación de veintiún días, como lo habían hecho los antiguos maestros con el propósito de purificarse para recibir una visión que lo esclareciese, dejo entonces el monasterio y se retiro al Monte Kurama, la montaña sagrada, situada aproximadamente a 25 kilómetros de Kyoto, llevando los Sutras encontrados por él en el Tíbet, y escasamente un recipiente de piel de cabra con un poco de agua y veintiuna piedras que le servían de calendario, arrojando cada una de ellas cada día. El ayuno y la meditación ampliaron las fronteras de su conciencia, y en la madrugada de vigésimo primer día, Mikao tuvo una visión en la que vislumbro una inmensa luz blanca que le golpeo la frente, proyectándose fuera del cuerpo; y sintiendo la conciencia profunda en comunicación con su “yo” mental, al abrir totalmente su conciencia, pudo ver muchas luces en forma de burbujas coloridas que contenían en su interior símbolos sagrados, y a través de la comunicación que estaba recibiendo, le fue dada la comprensión de los significados de los símbolos y la utilización de los mismos.

En ese momento Mikao recibía su iniciación, el conocimiento de cómo utilizar los símbolos y de cómo activar el poder en otras personas, rescatando así el método milenario de terapia.

Cuando concluyo el trance que le trajo la visión, el Dr. Usui se sintió bien, sin hambre, lleno de energía, fuerte y en total plenitud, hasta el punto de llegar a caminar los veinticinco kilómetros de regreso al monasterio, durante el descenso de la montaña, con la prisa de regresar con sus revelaciones recientes al monasterio donde vivía, tropieza con una piedra y sufre un accidente donde su pie le comenzó a sangrar y dolerle mucho; instintivamente Mikao puso sus manos en el lugar y se le paso el dolor y la hemorragia se detuvo. Luego se detuvo en una posada y comió abundantemente como si no hubiera estado en ayuno por veintiún días, ese fue su tercer milagro; la nieta del mesero estaba llorando y tenia parte de su rostro hinchado y enrojecido, y le pregunto a la niña que le estaba sucediendo y esta le contesto que tenia dolor de muelas desde hacía tres días y que su abuelo era muy pobre para llevarla a un dentista en Kyoto; puso sus manos en la cara de la joven y la hinchazón y el dolor pronto desaparecieron, ese fue su cuarto milagro.

Tras 25 kilómetros de caminata, al llegar al monasterio Zen, el Dr. Usui se entero que su amigo, el anciano Abad, estaba en la cama con un ataque doloroso de artritis, mal que ya lo afligía desde años, Mikao lo fue a visitar y mientras hablaba de sus experiencias, coloco las manos sobre la zona afectada, y muy rápidamente desaparecieron los dolores. Le comunico al monje que había encontrado aquello que buscaba desde hace tantos años y le dio el nombre de Reiki, el nombre de la energía que le había aplicado, luego de esto, decidió trabajar con sus descubrimientos con los mendigos de Kyoto.

Luego de curar a innumerables mendigos por tres años los mando a buscar trabajos para que pudieran ser mejores personas, más felices, provechosas, dignas y se reintegraran a la sociedad; con tristeza pudo constatar que muchos después de haber sanado, volvían a las calles a mendigar y al preguntarles porque lo hacían, estos le respondían porque era más fácil que trabajar duramente por el pan de cada día; allí comprendió que el esfuerzo por ayudar al prójimo, al que había destinado tantos años de su vida, parecía no ser suficiente, el haber quitado del cuerpo físico los síntomas, pero no les había enseñado a apreciar la vida desde una forma de vivir, es cuando percibió entonces que la cura del espíritu es tan importante como la cura del cuerpo.

Antes de fallecer el 9 de marzo de 1926, Mikao Usui otorgo el Maestrazgo del conocimiento dieciséis personas, entre los que se destaco Chujiro Hayashi como para ser su sucesor y mantener intacta la tradición del Reiki.

 

Los cinco Principios Diarios del Dr. Mikao Usui.

1. En el día de hoy, no sienta rabia ni se ponga de mal humor (solo por hoy, no te enojes)

2. En el día de hoy, abandone sus preocupaciones (solo por hoy, no te preocupes)

3. En el día de hoy, agradezca sus bendiciones, respete a sus padres, maestros y a los más ancianos (honra a tus maestros y a tu prójimo)

4. En el día de hoy, se gentil con todos los seres vivos (demuestre gratitud), (haga su trabajo honradamente).

5. En el día de hoy, muestre amor y respeto.